Ante la importancia de la sagrada ciudad de Jerusalén de las tres religiones con más fieles en el mundo, se han reportado casos en los que algunos turistas han experimentan delirios, recitan versos bíblicos o se creen mensajeros del final de los tiempos.
‘‘Me cambió la vida’’
Quienes han visitado el estado de Israel, especialmente la antigua Jerusalén donde se encuentra ‘‘El Muro de los Lamentos’’, se han referido a que ese viaje, ‘‘les cambió su vida espiritual y su forma de ser.’’
Todo lo que cambie para bien será bien recibido para quienes los rodean, pero cuando van con su familia o amigos en un viaje que quieren disfrutar y de repente cambia la actitud del viajero que llega a requerir la intervención policíaca o médica, es conocido como el ‘‘Síndrome de Jerusalén’’.
El doctor Moshe Kalian, quien cita al Centro de Salud Mental Kfar Shaul, menciona que se tiene un registro de casi 50 afectados por este síndrome al año, siendo que en su país de origen llevaban una vida normal, pero al llegar ahí perdieron la cordura, al menos durante unos días.
Una de las acciones que desean realizar es purificarse como rasurarse el cabello de la cabeza o todo el cuerpo, cantar alabanzas en voz alta, toman las sábanas del hotel y se hacen túnicas, citando versos bíblicos.
También están quienes al llegar a Jerusalén buscan encontrar respuestas a sus problemas y una guía sobre qué hacer.
En otro extremo hay referencia de una mujer irlandesa que llegó al hospital mencionando que daría a luz a Jesús, siendo que no estaba embarazada, o el caso de un turista canadiense que intentó derribar el Muro de los Lamentos, creyendo ser Sansón; curiosamente la edad de quienes han padecido este síndrome han sido hombres y mujeres entre los 20 y 35 años de edad.
“Quienes han padecido este síndrome han sido hombres y mujeres entre los 20 y 35 años de edad”
La cura ha sido regresar a casa, después de una breve revisión psiquiátrica del centro de Salud Israelí y asegurarse que llegarán bien con sus seres queridos.
