El 2 de febrero de 2021 se cumplen 173 años de la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo. Con él concluyó el estado de guerra entre Estados Unidos y México.
Por: Juan Carlos Mendoza Sánchez, Cónsul General de México en Laredo, Texas
El 2 de febrero de 2021 se cumplen 173 años de la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo. Con él concluyó el estado de guerra entre Estados Unidos y México. Todo esto a costa de la pérdida de más de la mitad del territorio que heredamos de España.
Los territorios cedidos a Estados Unidos no se perdieron por la suma de 15 millones de pesos (que fue la indemnización que recibió México en abonos). Sino para recobrar nuestros puertos y ciudades invadidas. También para salvar a las familias de seguir sufriendo la mendicidad. Igualmente para organizar regularmente a un pueblo que no había cesado de sufrir durante 37 años. Todo esto debido a las constantes revueltas que lo tenían hundido en la miseria, el caos y la desorganización.
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Al momento de presentarse la invasión de las tropas norteamericanas a México, no existía entre la población el sentimiento de nacionalidad y pertenencia que hoy nos caracteriza. El propio Estado Mexicano como tal fue forjado por Benito Juárez años después. Buena parte de la población se sentía víctima de quienes ejercían el gobierno. ¿Por qué habrían de ayudarlos arriesgando sus vidas? En 1847 cuando las tropas norteamericanas ya habían ocupado la capital del país, Mariano Otero escribió una reveladora frase de la realidad que enfrentaba:
“Sin duda los indígenas han contemplado a la invasión norteamericana con la misma indiferencia con que anteriormente observaron la invasión de las tropas españolas”.
Estados Unidos tenía un plan expansionista con el cual la toma de territorios por compra o por la fuerza fue piedra angular. Primero doblegaron a Francia para apoderarse de Luisiana mediante una compra-venta. Posteriormente a España, con el Tratado Adams-Onis para marcar los límites de territorios que ya habían ocupado. A México, sus primeros embajadores, Poinsett y Butler le ofrecieron 4 millones de dólares por Texas. Ante la negativa del gobierno mexicano, apoyaron su independencia y luego prepararon la guerra de conquista a un país débil y desorganizado.
Polk pretendía apoderarse de una mayor parte del territorio mexicano. Pero la negociación del gobierno de México con el plenipotenciario norteamericano Nicolás Trist, quien incluso desobedeció órdenes del presidente Polk, permitió concluir el estado de guerra entre ambos países.
Ni el presidente interino, ni los negociadores mexicanos José Bernardo Couto, Luis G Cuevas y Miguel Atristán cometieron traición a la Patria.
México pudo haber desaparecido o perder más territorio del cedido en el tratado. La cesión de territorios otorgada a los invasores que ocupaban el país fue la menor posible.
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