Los mexicanos solemos dejar las cosas para después, nos reímos del ahorita, ahora y ahorititita. Tenemos ideas, pero a veces no creemos en ellas o no les damos el tiempo y la energía para que se realicen, ¿les habrá pasado lo mismo a estos personajes mexicanos?
EL CHICLE AL QUE LE FALTABA SABOR.
Cuando el conocido tirano en la historia de México Antonio López de Santa Anna estuvo exiliado en Nueva York, conoció a Mr. Adams. Tenían la idea de producir un material barato para la fabricación de neumáticos. Esa era una resina que los mayas habían mascado por años y la idea era ponerle algo de hule. Tras fallidos intentos, López de Santa Anna como Adams se dieron por vencidos pero, ¿qué haría Adams con tanto chicle? ¡Ah!, pues le añadió sabor y lanzó la primera marca de chicles en Estados Unidos. Fue tan exitoso que los soldados de la Primer Guerra Mundial llevaban consigo para sacar la tensión al mascarlo.
HÁGASE LA LUZ, EN MÉXICO.
No hay documentos que confirmen esta historia, ya que ha sido un relato de boca en boca y se han creído. El papá de Francisco I. Madero, Don Francisco Madero, se hizo amigo de Thomas Alva Edison, por el año de 1870. Se cuenta que fue quien instaló las primeras bombillas de luz eléctrica en Parras, Coahuila, convirtiéndose en la primera ciudad de América Latina en tener luz. ¿Por qué el gobierno mexicano no pudo concretar que en México se construyera la primer central hidroeléctrica? No lo sabemos aún , pero a los 2 años de que se prendieran las primeras bombillas de luz en Parras, en Estados Unidos junto con el gobierno, Edison empezó a hacer un gigante de la Industria.
Me sabes a chocolate.
Fue en el siglo XVI que los conquistadores españoles descubrieron esta delicia de la que estamos obsesionados los mexicanos y el mundo. Se los llevaron a León, España donde hubo un éxito por este manjar.
Prepararon las bebidas con chocolate y le añadían azúcar (yummi) ; pero fue en 1914 cuando ya había 50 fabricantes de chocolate alrededor de esta ciudad. Pudo haberse quedado la idea del chocolate y su producción en México, incluso sin añadirle azúcar y visualizar que podríamos ser la cuna del chocolate mundial, en lugar de hablar de los chocolates europeos alrededor del mundo. Una vez más, faltó visión y ambición para que México fuera líder.