Los celos y la envidia son sentimientos que se presentan en muchas personas, no por eso quiere decir que sean normales o que esté bien experimentarlos en nuestras vidas.
Hay quienes viven a diario con ello y justifican sus sentimientos mediante expresiones como: “pues sí, le regalaron el puesto ¡claro que iba a tener éxito!”. ” ¡Claro que puedo sentir enojo! Alguien como él no merece que le vaya bien”. Y el clásico “¿Por qué él y yo no?”. La envidia surge de nuestro interior y no de las circunstancias externas.
No debemos dispensar lo que sentimos, justificándolo, porque estos sentimientos nos llevan a la enfermedad física y espiritual. Somos responsables de lo que sentimos y estos sentimientos producen resentimiento en nosotros. En un mundo donde pareciera que nuestras vidas giran alrededor de un teléfono celular, no nos detenemos a ver qué necesitan los que están a nuestro alrededor y solemos molestarnos por lo que vemos en redes sociales.
Sentimos celos del nuevo trabajo de la amiga, de la boda tan lujosa que le apadrinaron a la hija del compadre, de la camioneta del año de vecino (por mencionar algunos ejemplos), todos estos sentimientos dañan nuestra estima, porque estamos comparando y midiendo los éxitos de otros con los nuestros. Hay quienes se alejan incluso de otras personas porque celan que les vaya bien.
¿SABES ALGUNAS CONSECUENCIAS DE VIVIR CON ESTOS SENTIMIENTOS?
– Inseguridad: estás pensando en cómo les va a los demás y si les va bien, no les debe ir mejor que a ti.
– Miedo: no saber qué va a pasar al día siguiente y cualquier otra excusa que te haga sentir incertidumbre, de como enfrentarás tus días.
– Frustración: al estar en comparación constante con los demás y contigo mismo, al sentir que no puedes hacer más para corregir tus errores.
– Falta de paz: con una mente dividida, no puedes tener ambas (paz y envidia).
¿CÓMO SABER SI EXPERIMENTO CELOS?
Sientes celos cuando no aceptas el éxito de los demás. Generalmente quienes sienten esto, se ven así mismos como fracasados.
Ante cualquier sentimiento negativo que albergues en tu corazón, respira y di: ¨Yo me perdono por sentir esto¨; seguro la energía va a empezar a fluir en positivo.