Los datos de la DEA muestran que en 2004 en EE.U. se registraron 1,664 muertes por sobredosis de fentanilo. Las muertes subieron cada año, pero a partir de 2013 se incrementaron hasta 5,343. En 2017 llegaron a 28,659 y en 2021 alrededor de 100 mil personas murieron por sobredosis de fentanilo.
Como lo muestran esos indicadores, el fentanilo, un opioide sintético de bajo costo se popularizó la década pasada en EE.U. De acuerdo al Centro de Control de Enfermedades, era prescrito para el dolor intenso después de una cirugía y también para enfermos terminales de cáncer. Esto porque es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina. Su bajo costo propició el crecimiento de la demanda sin prescripción médica y con ello el mercado creció por efecto de la demanda. El proveedor era China, país que lo produce.
La Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) por sus en inglés, realizó su encuesta nacional 2021 sobre consumo de drogas y salud. En ella encontró que 9.2 millones de personas consumieron opioides y que, de ellos, 8.7 millones no tenían una prescripción médica para hacerlo.
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InSight Crime, con datos de la DEA, USPS y en la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional, mostró en un reportaje que la década pasada una gran cantidad de fentanilo llegaba a Estados Unidos de China a través del correo postal y de empresas privadas de mensajería. Ante presiones de EE.UU. China realizó controles administrativos en 2017 y 2019 lo que canceló esa vía de suministro. Pero la gigantesca demanda doméstica en EE.UU. propició que el fentanilo chino y los precursores para procesarlo encontraran en los carteles mexicanos una vía alterna de suministro.
Es por ello que algunas voces de políticos conservadores entre las que se encuentran el ex Fiscal General Bill Barr, los senadores Lindsey Graham y John Kennedy, y los representantes Dan Crenshaw y Michael Waltz, quieren etiquetar a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas. Así, pretenden que el Congreso pase una resolución que autorice al presidente el uso de la fuerza militar contra los carteles mexicanos. Culpar al vecino de una crisis doméstica generada en dos décadas, es más fácil que dar explicaciones a los votantes del fracaso de sus políticas públicas en materia de control de drogas.
A través del Entendimiento Bicentenario, los gobiernos de México y EE.U. están enfrentando el narcotráfico y otros temas por la vía del diálogo y la cooperación. En lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, en su lucha contra el narcotráfico las fuerzas de seguridad mexicanas aseguraron: 6,115 kilogramos de fentanilo; 111,781 kilogramos de cocaína; 180,297 kilogramos de metanfetaminas y que se destruyeron 1,307 laboratorios clandestinos. En esta tarea de evitar que drogas lleguen a Estados Unidos 75 miembros de las fuerzas de seguridad mexicana han perdido la vida.
Bien harían esas voces intervencionistas en preocuparse en combatir a los traficantes de drogas que operan y controlan el gigantesco mercado doméstico de EU. Asimismo, salvarían miles de vidas en EE.UU. y en México si contribuyeran a detener el tráfico ilegal de armas y municiones a México. Porque es la principal fuente del poder de fuego de los criminales que no sólo exportan narcóticos hacia EU, sino que crean violencia en México. El resto del trabajo es responsabilidad del gobierno mexicano.
Por: Juan Carlos Mendoza Sánchez, Cónsul General de México en Laredo, Texas.
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