Nelly Elizondo Díaz, Directora administrativa de Maderera Elizondo de Nuevo Laredo, nos cuenta acerca de sus inicios en el giro de la construcción y cómo lograr balancear la vida profesional y familiar.
Por: Lights Magazine
EC: Elsa Carrillo
NED: Nelly Elizondo Díaz
Trabajar en equipo para tener éxito es indispensable para crecer como persona y como profesional. Mantener equipos motivados requiere esfuerzo y compromiso, pero cuando tienes el apoyo de los que te rodean es más fácil influir en los demás.
LM: Nelly, cuéntanos, ¿cómo fueron tus inicios en el giro de la construcción?
NED: Fue de una forma distinta. Cuando inicié en la maderera, fue en 1991 en el puesto de sistemas. Desde ese entonces disfruté dar solución a lo que surgiera en la empresa, principalmente en el área de sistemas y compartirlo con los colaboradores.
En un principio quería trabajar en una empresa de software, pero en la crisis de 1994 los planes cambiaron y empecé a conocer la administración del negocio de Maderera Elizondo. Esto sin dejar a un lado el desarrollo del sistema que he ido actualizando y hoy usamos en las sucursales.
LM: ¿Cómo te sientes trabajando en un ambiente que generalmente es liderado por hombres?
NED: Desde un principio siempre me respetaron, aunque estaba recién egresada. Me tocó trabajar con personas de buenos valores. Nunca me sentí incómoda, porque desde la carrera la mayoría de mis compañeros eran hombres, sumado a la confianza que recibí de mi papá de poder desenvolverme en ese ambiente. Siempre he tratado de retribuirle lo que me ha enseñado.
LM: Este 2022 Maderera Elizondo va a cumplir 53 años de permanecer y crecer, ¿cómo ha sido este trayecto?
NED: La visión viene de familia, porque en los inicios todos los hermanos crecieron juntos y eran socios, aunque en diferentes ciudades del noreste de México. Pero bajo el nombre de Maderera Elizondo somos los de Nuevo Laredo. Hay que tener una visión y meta clara para permanecer.
LM: ¿Cuáles consideras que son tus dones como empresaria?
NED: Siento que el don de servicio es una de mis fortalezas porque disfruto dar solución a los problemas desde el sistema, expandiéndome a otras áreas; en la empresa tenemos una muy buena dinámica.
LM: Hablando de Maderera Elizondo, ésta es una gran referencia para la construcción y crecimiento de Nuevo Laredo.
NED: Así es, lo digo con un orgullo y satisfacción. Cuando los clientes nos piden un material, si no contamos con él en ese momento, traemos el material de donde sea para dar el servicio y hacemos sinergia con contratistas. Aún así “vendemos más barato que otros con oferta”. En cada sucursal tenemos un gerente que nos hace saber las necesidades y lo que busca el cliente para así incorporar nueva mercancía.
LM: Pero, ¿en quién más te apoyas para estar al tanto de las seis sucursales?
NED: Agradezco a el Ing. Luis Guillermo González que siempre está al pendiente de que el equipo esté en buenas condiciones, de los empleados, de los clientes y de estar renovando lo necesario para que los trabajadores se sientan seguros del lugar de trabajo.
LM: ¿Cuál es tu meta profesional en los próximos años?
NED: Mi meta profesional es terminar de consolidarnos y expandirnos hacia el lado poniente de la ciudad en donde ha habido mucho crecimiento.
LM: La construcción no se detiene, ¿cómo ves el futuro de la construcción en la ciudad?
NED: Nuevo Laredo es una ciudad en crecimiento y hemos tenido el apoyo de la población que nos ha mantenido y tratamos de retribuirlo con el servicio y buenos precios. Lo que no encuentren en ese momento, se los conseguimos y se los traemos, por ello también tenemos muchos clientes de años que se acercan a nosotros.
LM: ¿Qué es el éxito para ti?
NED: En este momento de mi vida es poder continuar con el legado que construyeron mis padres, y que el paso de la estafeta sea de la mejor manera. Que sigamos creciendo. Te platico que me ha tocado abrir las últimas dos sucursales. En 1996 abrimos bajo el liderazgo de mi papá la cuarta tienda y en 2015 empezamos a manejar la línea de las Arenas, porque lo pedían mucho en la ciudad, repartir la arena de río y la grava.
LM: El éxito no llega solo, se tiene que trabajar. Eres la segunda generación de la Maderera Elizondo, ¿cómo te has sentido?
NED: Mis papás como primera generación nos enseñaron a estar presentes y a procurar el personal, siempre con respeto, porque son colaboradores. Todos los años en las posadas mi papá les dice: “No hay Maderera Elizondo sin ustedes, así como sin clientes no hay ME, que son ellos los que nos recomiendan y conocen”; para nosotros son esenciales los casi 100 empleados que tenemos. Siempre he creído que, si tratas a las personas con respeto, te va a ir bien en la vida. No importa el nivel de estudios, yo he aprendido mucho de mis colaboradores y espero que ellos de mí. Eso es lo que he visto que mi padre aún hace. Conoce más de Nelly Elizondo Díaz en esta entrevista:
LM: El 85% de las empresas en México la integran las familias. ¿Cómo separar lo familiar de lo profesional?
NED: Sí es difícil, pero debes aprender a darte tu tiempo. Desde que egresé de la licenciatura, empecé a trabajar porque lo disfruto, pero hoy llego a mi casa y me dedico a la familia y en el trabajo estoy al 100% presente.
En cuanto a la relación padre-hija, lo hemos trabajado. El consejo que mis padres me dan es ponerle atención a mis hijas. Mi papá es bien activo y sí platicamos del trabajo, pero también aprendimos a balancear los tiempos y espacios de cada quien. Al final siempre mezclamos las conversaciones pero tratamos los fines de semana de sólo hablar de las cosas de familia.
LM: Es una bendición contar con tu papá y que se mantenga activo.
NED: Sí, es un gran apoyo, al igual que sus consejos o contactos cuando se nos atora algo, es invaluable. Agradezco tener a mis padres y familia conmigo.
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