Los cristianos creemos en la sanidad divina y en el poder de Dios, porque Cristo sanó a los enfermos.
Por: Eduardo Alemán – Pastor evangélico
Los cristianos creemos en la sanidad divina y en el poder de Dios porque Cristo sanó a los enfermos. En los Evangelios vemos el impactante ministerio de nuestro Señor Jesucristo: predicar y persuadir a través de sus prédicas el reino de Dios. Él hizo mucho énfasis en la sanación de los enfermos y ese fue el llamado poderoso a través de los milagros en las multitudes para que se reunieran con Cristo y escucharan la Palabra.
38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Hechos 10:38 Reina-Valera, 1960 (RVR1960)
Los apóstoles y nosotros
Jesucristo comisionó a los 12 apóstoles y a los discípulos de todos los tiempos, incluyendo a cada uno de nosotros que por gracia de Dios proclamamos el mensaje de Jesucristo. Nuestro Dios sigue sanando a los enfermos y quiere que los que creemos en Él y podamos ser de bendición para otros.
24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
1 Pedro 2:24 Reina-Valera, 1960 (RVR1960)
Aquí el apóstol Pedro hace referencia al ministerio de Jesucristo, en el que Isaías en el capítulo 53 había profetizado que Cristo iba a derramar sangre en la cruz del calvario y tendríamos sanidad, que fue cuando nos dio la sanidad para nuestra alma, nuestro espíritu y cuerpo. ¡Esto es maravilloso! Cristo salvó nuestros pecados y también pagó por nuestras enfermedades. Esto es una fiel promesa, ¡Gloria a Dios!
14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
15 Y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
Santiago 5:14 Reina-Valera, 1960 (RVR1960)
En esta porción de la escritura, Dios nos pide que en la Congregación de nuestras Iglesias pidamos por sanidad. Cuando nos sintamos enfermos, acerquémonos a los diáconos de la Iglesia, al Pastor y pidamos una oración; ellos van a orar por tu sanidad física o espiritual. La Biblia dice que los enfermos deben ser ungidos con aceite y deberán imponer sus manos sobre ellos.
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Cristo tiene poder y Él ha prometido estar con nosotros. Es muy importante tener la convicción y la fe de que Dios aún quiere sanar a los enfermos en estos tiempos. Creamos que Dios sigue interesado en tu salvación y en tu bienestar, esto también incluye la parte psicológica y física.
¿Qué sucede si sigo enfermo?
El apóstol Pablo oró
hasta tres veces para que le fuera quitado un aguijón en su carne, pero no fue la
voluntad de Dios para mantenerlo humilde; recordemos que Pablo, antes llamado
Saulo de Tarso, era un hombre altivo. No te sientas decepcionado si Dios aun no
te sana, Él quiere trabajar en ti a través de tu enfermedad y que puedas llegar
a ser de bendición para otros; la sanidad milagrosa puede ser dada o negada por
Dios de acuerdo a sus propósitos. Para Él lo primero es nuestra sanidad
espiritual.
Gracias a Dios que también obra a través de los médicos y la medicina
7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;
2 Corintios 12:7 Reina-Valera, 1960 (RVR1960)
Oración por sanidad
Con todo tu corazón cree, el diagnóstico de Dios es de esperanza
Padre, me presento ante ti para que extiendas tu mano sobre el dolor que me aqueja. Dios, tú tienes el poder y la voluntad para sanarme. Tu Palabra dice que no hay nada imposible para ti, los que sufrimos o si hay alguien que tiene un diagnóstico de desesperanza, clamamos por un milagro en este momento en el nombre de nuestro Señor Jesucristo a quien amamos, la sanidad divina es para los que creen y lo declaro por fe.
Amén
Esperamos este texto sea de bendición para tu vida y no dudes en acercarte a tu iglesia local.
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