Por Lights Magazine
PROYECTO GS-3
En los años setenta, en el noreste de la Unión Soviética a unos 10 kilómetros de la ciudad de Zapolyarny, científicos del Interdepartamental para el Estudio de la Tierra, y la empresa estatal GNPP Nedra, comenzaron un ambicioso proyecto: cavar el hoyo más profundo del mundo.
Dicho plan no era por el simple placer de cavar, sino que se buscaba investigar la discontinuidad de Mohorovicic, que es básicamente una zona de transición entre la corteza y el manto terrestre. Aunque no eran los únicos, ya que por la misma época Estados Unidos también estaba realizando la misma investigación. Sin embargo el proyecto estadounidense se detuvo un 1960 una vez el perforador de diamante se rompió, y siendo el precio de reparación muy alto, cancelaron el proyecto.
En 1983 los rusos finalmente alcanzaron los doce mil metros, pero un derrumbe en el mismo obligó a reanudar la excavación a partir de los siete mil metros, no fue sino hasta 1989 cuando una vez más alcanzaron los doce mil 262 metros.
De acuerdo con medios oficiales el proyecto se detuvo debido a las altas temperaturas que se registraron, las cuales alcanzaban los 180ºC, y se estimó que lograr la profundidad deseada de 15 kilómetros supondría una temperatura de 300 ºC, cosa que ya no resultaba viable.
Los años pasaron y en una ocasión un periódico finlandés explicaba las verdaderas razones por las que las excavaciones del Pozo de Kola se detuvieron. Dichas declaraciones fueron hechas por el dr. Azzacov, gerente del proyecto, quien mencionó que de hecho se habían alcanzado los catorce mil 400 metros, y que a partir de entonces la perforadora había dejado de ejercer presión como si no tuviera tierra en la cual cavar, “una caverna”, pensaron ellos al momento.
Para este punto la temperatura del interior alcanzó los mil grados centígrados. Fue entonces cuando se decidió bajar un micrófono ultrasensible para poder escuchar las placas tectónicas, pero lo que percibieron no se parecía en nada a lo que esperaban, pues según afirmaban, se oían voces de personas y animales gimiendo y llorando en agonía. Eran voces en muchos idiomas, las cosas que podían entenderse eran:
“¡culpable!, ¡aquí!, ¡déjalo!, ¡culpable!, ¡estoy aquí!, ¡madre!, ¿qué pasa?, ¿porqué?, jajajajajajaja”
En un principio creyeron que se trataba de algún problema con en el propio micrófono, después de ajustar las frecuencias se percataron que lo que oían venía del centro de la tierra. De acuerdo con los científicos las voces debían ser de almas condenadas que se encontraban en el centro de la Tierra. Después de este incidente la mitad de los científicos del proyecto, renunciaron.
Y como si esto no fuera suficiente esa misma noche un gas luminoso salió desde el centro de la Tierra hacia afuera como una columna de humo incandescente, seguido de un ser desconocido con alas quien gritó en ruso: “yo he vencido”, para después desaparecer en el cielo.
El dr. Azzacov afirmó que fue algo impactante al haber hecho tal descubrimiento, y aseguró que lo que vieron y escucharon sobrepasaba toda lógica, y sobre todo que lo que escucharon echaba abajo sus investigaciones científicas. “Ahora estamos convencidos que taladramos ¡las puertas del infierno!”, comentó.
Ahora la pregunta es: ¿cuánto de esto es cierto? unos afirman que allí se encuentra el infierno, mientras que otros la comparan con la Teoría Intraterrestres, la cual indica que en el centro de la Tierra existe otro mundo con otra gente y animales, también conocida como la Teoría de la Tierra Hueca.
Como dato curioso y para finalizar, el Pozo de la Kola no es el único en el mundo. Existen varios alrededor del mundo, incluso tenemos uno aquí en Tamaulipas conocido como el Cenote de Zacatón. El primer buzo que intentó llegar al fondo, murió en el mismo, incluso la NASA ha enviado un robot para investigar su profundidad, aunque los resultados todavía no han sido dados a conocer.
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