Los vínculos entre el Cinco de mayo y la Guerra de secesión han convertido a este día en uno muy popular.
Por: Juan Carlos Mendoza Sánchez, Cónsul General de México en Laredo, Texas
Esta celebración se ha convertido en una fiesta binacional. No sólo por el impulso que le ha dado el marketing en el creciente mercado latino, sino también por los vínculos históricos entre la invasión francesa a México y la Guerra de Secesión en Estados Unidos.
En la Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862 en los fuertes de Loreto y Guadalupe, un ejército mexicano menor en tamaño y armamento derrotó al ejército francés. Este ejército era uno de los más poderosos del mundo en ese momento. De ahí emerge el simbolismo nacionalista de esa memorable batalla que es orgullo histórico del pueblo mexicano.
El interés francés en México tenía 2 objetivos inmediatos:
- Destruir el gobierno republicano encabezado por Juárez para sustituirlo con una monarquía
- Apoyar desde México a los estados confederados en su rebelión para abandonar la Unión
Tras la derrota que el General Zaragoza propinó al ejército francés al mando de Lorencez, Napoleón III envió un segundo ejército comandado por el General Forey. Le explicó que esa segunda fuerza invasora tenía como principal propósito prevenir la consolidación de Estados Unidos como potencia. También así protegería las posesiones francesas en las Antillas y los suministros de materias primas.
La Doctrina Monroe
A Estados Unidos le preocupaba el fortalecimiento de las monarquías europeas y sus intereses colonialistas en el Continente Americano. Por eso, desde su nacimiento adoptó una posición aislacionista. Congruente con su aislacionismo, en 1823 Estados Unidos proclamó la Doctrina Monroe. La doctrina establecía que cualquier intervención europea en el Continente americano sería considerada una agresión e implicaría una respuesta.
Con la segunda fuerza invasora, Francia logró apoderarse de México y apoyar la construcción del Segundo Imperio encabezado por Maximiliano de Habsburgo. Pero la resistencia nacionalista del presidente Juárez, no sólo le permitió derrotar a los invasores franceses, sino también evitar que desde territorio mexicano Francia prestara apoyo a la Confederación. Con esto evitaría el fortalecimiento de Estados Unidos y su consolidación hegemónica en el Continente americano.
Terminada la Guerra Civil, Estados Unidos no apoyó militarmente a México porque temía provocar una guerra con Francia. En cambio, el General Grant mandó al general Sheridan a sellar la frontera con México para cortar cualquier colaboración entre los renegados del Sur y las fuerzas invasoras europeas. Era sabedor de que el éxito total contra la rebelión de los estados confederados estaría garantizado hasta que los invasores franceses fueran expulsados de México y Juárez restableciera la República.
El Cinco de Mayo es la síntesis de la lucha del México juarista contra la invasión francesa. A pesar de la Doctrina Monroe, la reacción contra los europeos no vino de Estados Unidos sino de México.