María Ignacia Rodríguez de Velasco Osorio y Barba, mejor conocida como la Güera Rodríguez (1778-1858), es famosa por su belleza, por sus amantes y por los escándalos de los que fue protagonista.
Criolla de alta sociedad, hija del Corregidor de la Ciudad de México, es considerada un personaje alegórico de la Independencia, por la relación que mantuvo con algunos de los insurgentes.
Se dice que mantuvo un amorío con el libertador Simón Bolívar, cuando contaba con 16 años de edad, al que conoció en un viaje a bordo del buque “San Ildefonso”. Pero en 1794 se casó con Jerónimo de Peralta, quién después de intentar asesinarla, la acusó de adulterio, solicitando la intervención de los tribunales de Nueva España y la anulación de su matrimonio. Posteriormente, contrajo nupcias con Mariano Briones, un acaudalado anciano que muere unos meses después en un “enfrentamiento de honor”, dejando a María Ignacia viuda, rica y joven.
La Güera, apoyó la causa insurgente con dinero y relaciones, siendo incluso acusada de herejía por defender la independencia y por haber mantenido trato con el cura Miguel Hidalgo. Llevada ante el tribunal de la Santa Inquisición, el 22 de marzo de 1811, donde también le acusó Juan Sáenz de Mañozca, de inclinación al adulterio.
Después de su audiencia, el Virrey Francisco Javier de Lizana y Beaumont la exilió a Querétaro por un corto tiempo, pero los cargos se levantaron por falta de pruebas, después de que María Ignacia argumentara en su defensa, sacando a relucir la moralidad y orientación sexual del inquisidor. ¿Se imaginan hacer un comentario de este tipo en ese momento? A raíz de su exilio, lejos de separarla del movimiento independentista, esta circunstancia facilitó que participara en la creación del Plan de Iguala.
En cuanto a sus amores con Agustín de Iturbide, cuentan las crónicas que él estaba tan obsesionado con ella, que cuando entró a la Ciudad de México con el ejército Trigarante, Iturbide modificó la ruta para cruzar frente a la casa de ella y entregarle una rosa.
Gracias a sus relaciones amistosas, a “la Güera” le toca desempeñar un papel en la historia política de México: se dice que fue el enlace entre el Virrey Apodaca, los enviados de España e Iturbide para negociar la Independencia.
La “Güera Rodríguez” dejó huella entre las conciencias conservadoras de la Nueva España y adelantada a su época, hizo y dijo como mejor le pareció a su conciencia.