En el Beauty Salon
Por Elsa Carrillo
Hay quienes son muy penosas cuando van al beauty salon, y hay quienes se desahogan y toman de terapeutas a los estilistas. Para que no quedes mal, aquí unas sugerencias para cuando estás en el salón de belleza.
-Me fui con otro estilista.
Te da pena confesarle a tu estilista de cabecera que “lo engañaste” en otro beauty salon, quizá para probar un nuevo estilo o por el precio, y peor si no te gustó el corte. Lo mejor es decirle que traías prisa o que llamaste, pero no te pudo atender en ese momento o que fue en otra ciudad, para que puedas volver sin pena.
-La clienta platicadora o el estilista que no se calla.
A veces nos da por contarles nuestros días o que nos den su opinión acerca de los looks, pero también podemos hacer comentarios de chistes o cómo queda equis persona con su nuevo look. Para cuando no tengas ganas de hablar y no te digan que eres una aburrida, sólo dile que te duele la cabeza porque tuviste un día horrible; si es buena onda, hasta un té caliente te va a servir.
-Cuando te están maquillando y peinando notas algo.
De repente sientes los “brochazos” de los maquillistas, porque tienen prisa o así es su técnica, sólo hay que comentarle que te sientes incómoda así, es un servicio que están ofreciendo. Otra de las situaciones que puedes ver a menudo es que las brochas están un poco sucias. Estás en tu derecho de preguntarle si la brocha está limpia o que te maquille con otra.
-Vas a una exfoliación y te recetan 10 productos que venden.
Aquí es muy penoso para algunas decirles “no” sobre todo cuando te han atendido bien y te gustó el producto, pero si en verdad no puedes gastar en ese momento y supongamos que no quieres que te digan que eres “coda”, coméntale amablemente que ya tienes unos productos parecidos y que luego que te los acabes vas por uno de los que te ofreció.
-Mi estilista ya no está.
Eso es horrible. Puedes pasar años buscando al estilista ideal, y sufres cuando vas al salón por el corte, porque sabes que no podrás salir en fotos como en 2 semanas hasta que se te acomodé el pelo. Hasta que encuentras a tu estilista que te entiende y te deja el pelo perfecto y de repente desaparece. Una vez le pregunté a la dueña de una beauty salon por “Ernestino”, pensando que estaba de vacaciones, sin saber qué había pasado, y se molestó muchísimo, así que mejor pregunta discretamente a uno de sus compañeros cercanos.
-Me cobran y además el tip.
Aquí en México se recomienda dar tip del 15% cuando fueron varios los que te atendieron, y el estilista lo reparte al final. También para evitar momentos incómodos, ya tienen una cajita bonita donde no se ve el tip que dejas. A veces nos sentimos obligados a dar el tip, pero si quieres dar un regalo en lugar del tip porque eres de las que no te gusta, hazlo solo si le tienes mucha confianza a las personas del salon.
Beauty example:
Una amiga fue a un salón que le recomendaron y le aseguraron que quedaría guapísima con su cambio de imagen. Como no estaba segura de lo que quería, lo dejó en manos del experto. Al final se puso a llorar porque de morena pasó a rubia, y de cabello largo pasó a cabello cortito y con fleco. Tienes que ser súper sincera con el estilista y decirle si no estás segura aún del cambio. Cuando no estás segura, el que es bueno, te va a decir que no lo hagas aún, que aunque el pelo crezca y puedas arreglar el tinte, lo importante es cómo te vas a sentir.